La evolución hacia el tipo de sociedad que describí en mis libros Endgame y Social Credit: Nightmare on Your Street es rápida.

Hoy en día, los constructores tienen que poner rejas en las ventanas de las casas nuevas. Se están construyendo enormes cocinas comerciales para que los habitantes de los apartamentos puedan tener todas sus comidas preparadas y entregadas. Trabajar desde casa se promueve como una forma de garantizar que no vayamos a la cárcel.

Se están construyendo bloques de viviendas que contienen espacios para la socialización organizada y sancionada y el acceso a servicios como la peluquería y la reparación de zapatos que podrían considerarse esenciales. A la mayoría de la gente le cuesta creer que la gente mala mienta de forma tan masiva.

Y la gente se adapta porque, como dijo Joseph Schumpeter:

"Cualquier comportamiento desviado de un miembro de un grupo social es condenado por los restantes miembros del grupo y conduce al ostracismo social".

El ostracismo de los que cuestionan el engaño ha sido orquestado por la CIA, el MI5, la 77ª Brigada y los principales medios de comunicación. Prohibiciones y censuras escandalosas e insostenibles han sido llevadas a cabo a su vez por empresas públicas como Wikipedia, Google, YouTube, Facebook, Twitter y PayPal.

Pronto viviremos en una versión del sistema de crédito social que se aplica ahora en China. Tal vez deberías echar un vistazo a cómo se gestiona allí.

Los sensores Wi-Fi, los códigos de barras, los teléfonos inteligentes, los contadores inteligentes, las aplicaciones y las cámaras (incluidas las cámaras de infrarrojos) rastrean todos los movimientos de los "ciudadanos" para poder castigarlos o recompensarlos según su comportamiento.

Todos serán controlados desde el nacimiento hasta la muerte. Los sectores público y privado colaboran en la difusión de las tecnologías de vigilancia.

Las ciudades chinas son ahora poco más que campos de concentración.

Conclusión

Tenemos hasta el final del año antes de que nos pase lo mismo.

Utiliza el dinero en efectivo siempre que puedas. No lleves tu smartphone contigo o al menos apágalo para que no te rastree. Lo ideal es hacerse con un móvil clásico con pulsador, pero también es conveniente no llevarlo a todas partes ni apagarlo porque también se puede rastrear su ubicación, aunque no con tanta precisión como un smartphone.

Y, por supuesto, ignorar cualquier normativa gubernamental que vaya en contra del sentido común. No sólo con respecto a la pandemia, sino también ahora con respecto a la "crisis energética".

No confíes en los medios de comunicación, nunca te sometas al sistema. Y mantente despierto, porque el enemigo nunca duerme.

Por Vernon Coleman,

Fuente: https://expose-news.com/2022/09/25/why-and-how-the-conspirators-are-winning-the-war/