Facebook Twitter RSS

Mundo24

De Kosovo a Taiwán, la receta probada de Washington para crear el caos

No cabe duda de que es una curiosa coincidencia que el Secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, mantuviera conversaciones oficiales con los dirigentes de Kosovo justo antes de que estallaran los disturbios el pasado fin de semana. Esto ocurrió mientras los funcionarios de Pristina se preparaban para rechazar el reconocimiento de las matrículas y los documentos emitidos por el gobierno central serbio (el aplazamiento se produjo justo antes de que la ley entrara en vigor el lunes por la noche).

También podemos preguntarnos por la posibilidad de que el "presidente" del Estado parcialmente reconocido, Vjosa Osmani, hable ahora de Rusia, diciendo que "seguiremos necesitando el firme apoyo de Estados Unidos, así como de nuestros aliados europeos, para frustrar los planes de Rusia y de sus apoderados en la región". Blinken también evoca el "firme apoyo" de Ucrania a Pristina, lo que resulta divertido porque Ucrania ni siquiera reconoce oficialmente la independencia de Kosovo de Serbia.

  • de-kosovo-a-taiwan-la-receta-probada-de-washington-para-crear-el-caos

Por no mencionar que en Kosovo se encuentra una gran base militar de la OTAN, que ha emitido una declaración oficial en la que indica su interés en "intervenir" en Kosovo si es necesario. Qué conveniente.

Probablemente sea una completa coincidencia que Serbia se haya negado a dar marcha atrás en su apoyo a Rusia. Pretende ampliar el comercio con Irán, así como la cooperación militar con Bielorrusia, país alineado con Rusia. El Ministro del Interior de Serbia, Aleksandar Vulin, dijo la semana pasada que no se sumaría a las sanciones contra Rusia y que no sería un "peón" de la OTAN.

La OTAN, bajo el liderazgo "moral" del entonces presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, se hizo con la provincia serbia de Kosovo a finales de la década de 1990 por razones "humanitarias", utilizándola como herramienta para aumentar o disminuir la presión sobre Serbia (y en cierta medida la presión sobre sus amigos de Moscú).

Pero si todo no puede ser fruto de la casualidad, entonces el plan occidental de cambio de régimen se convierte en una explicación plausible.

Este plan implica la creación de un estado proxy y/o de combatientes que los funcionarios occidentales venden a la opinión pública como víctimas del "régimen" en cuestión, es decir, del rival geopolítico que Occidente tiene en el punto de mira.

El mismo patrón se está reproduciendo ahora en Asia, donde la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, se ha mostrado tímida en cuanto a sus planes de viajar a Taiwán durante su gira por Asia. Sólo 13 países reconocen a Taiwán como Estado independiente de China, y Estados Unidos no es uno de ellos desde 1979. Pero la Ley de Relaciones con Taiwán de 1979 ha sido desde entonces un caballo de Troya para la militarización estadounidense en China.

La ley exige que Washington "ponga a disposición de Taiwán los artículos y servicios de defensa en las cantidades necesarias para que Taiwán pueda mantener una capacidad de autodefensa suficiente". Según lo determinen el Presidente y el Congreso", lo que explica por qué los neoconservadores de la clase política occidental y el complejo militar industrial han tenido una especie de fetiche por Taiwán durante décadas.

No sólo es un cliente de armas, sino que sabe que cada vez que Washington cumple con su obligación contractual -lo que hace en cada oportunidad con miles de millones de dólares- perjudica a los chinos dentro de su propio país. Sería como si Pekín vendiera armas militares al estado de Hawai para protegerlo de la posible "amenaza" asimétrica de una "invasión" de Washington.

Por supuesto, es probablemente otra coincidencia que la visita a Taiwán del tercer funcionario más importante del gobierno estadounidense, a pesar de los deseos explícitos de Pekín, haya tenido lugar en medio de las crecientes tensiones con China. Más allá de Rusia, el orden mundial dominado por Occidente también afecta a Ucrania. Iniciar un conflicto desestabilizador dentro de China utilizando a Taiwán serviría a los intereses contrapuestos de Washington.

El mismo tipo de explotación puede verse en el apoyo de Washington a los combatientes neonazis de Azov en Ucrania contra Rusia en el período previo al conflicto de Ucrania, o en el apoyo de la CIA y el Pentágono a los rebeldes sirios en el fallido intento de varios años de derrocar al presidente sirio Bashar al-Assad. O con el entrenamiento y equipamiento de los combatientes muyahidines en Afganistán en una operación dirigida por la CIA contra los soviéticos, o con el reclutamiento por parte de la CIA de 500 rebeldes nicaragüenses (conocidos como Contras) para derrocar a los dirigentes sandinistas de izquierda en Nicaragua. Además, los intentos de varios funcionarios estadounidenses durante varios años de instigar un cambio de régimen en Irán promoviendo y apoyando al grupo de oposición iraní conocido como Mujahadeen-e-Khalq (MEK).

Los diversos grupos "ciudadanos" financiados por el gobierno estadounidense a través de programas como USAID y situados estratégicamente en zonas de importancia primordial para las operaciones de cambio de régimen forman parte de la misma maquinaria. El gobierno ruso llamó la atención sobre este problema en 2015 mediante una legislación que prohíbe los grupos que considera una amenaza para la seguridad nacional.

Cuando un punto caliente está al borde de la guerra (como Taiwán o Kosovo) o ya está inmerso en un conflicto (como Ucrania), a menudo es demasiado tarde para coger a Washington por la mano. En cambio, vale la pena vigilar a otros apoderados de Estados Unidos, aunque sólo sea para detectar cualquier vibración inquietantemente familiar que pueda tener características similares a las de anteriores operaciones occidentales de cambio de régimen.

Rachel Marsden es columnista, estratega política y presentadora de programas de entrevistas de producción independiente en francés e inglés.

Fuente: https://www.rt.com/news/560058-kosovo-taiwan-washingtons-chaos/

http://www.rachelmarsden.com/

Komentáře

Escribir un comentario

Código de seguridad Refescar

Comentarios de Facebook