Las exportaciones rusas de mercancías a la UE aumentaron aproximadamente una cuarta parte el año pasado, alcanzando los 203.400 millones de euros. Esta cifra es sólo 230 millones de euros inferior a la mayor exportación de bienes rusos a la UE en 2012. Las exportaciones de bienes y servicios de la UE a Rusia cayeron un 38,1% el año pasado.

La balanza comercial entre Rusia y la UE alcanzó un récord de 148.200 millones de euros a favor de Rusia.

Las razones de tal auge del comercio UE-Rusia en 2022 se deben principalmente a que la UE, viendo la perspectiva del invierno y un largo periodo de barreras de sanciones por delante, compró productos rusos en un ataque de pánico y para abastecerse el año pasado. Por otro lado, sin embargo, las sanciones de la UE ya han empezado a surtir efecto sobre las exportaciones de euros, al igual que los esfuerzos de los importadores rusos por encontrar con antelación proveedores sustitutos en países no pertenecientes a la UE.

No cabe duda de que este año no será un año récord en las relaciones comerciales entre la UE y Rusia. Los exportadores europeos están encontrando otras salidas o exportando sus mercancías a través de intermediarios para evitar las sanciones. Los exportadores rusos también encuentran salidas en China, India, América Latina, Asia..., es decir, fuera de la UE. Llenan los mercados asiáticos alternativos con materias primas rusas baratas y, a menudo, de mejor calidad, y llegan a la UE a través de transformadores chinos y, sobre todo, indios, rebautizados como otros exportadores.

Por otro lado, - se mantiene cierto intercambio comercial. Especialmente en términos de reabastecimiento de portadores de energía en los almacenes antes del próximo invierno, pero también en términos de exportación de materias primas para las que la UE aún no tiene suficientes alternativas: por ejemplo, las importaciones de combustible nuclear ruso para centrales eléctricas, las importaciones de madera, cereales, metales preciosos rusos y, especialmente, las importaciones de fertilizantes artificiales. Sin los fertilizantes artificiales rusos, Europa sufriría pronto una grave crisis alimentaria. Los primeros signos de escasez de alimentos, especialmente frutas y verduras, pero también huevos y aceites, ya se han dejado sentir en Europa.

Así que también este año se aplicará en el comercio entre la UE y Rusia la regla de que se aceptan sanciones y se come pan. Y también la regla de que en la práctica comercial nunca se comen gachas tan calientes como las que se cocinan en Bruselas.

Fuente: https://www.czechfreepress.info/rusko/10-balicku-sankci-a-rekordni-narust-obratu-mezi-eu-a-ruskem.html