Venezuela: una guerra electoral de manual

Por: Marc Vandepitte

Para entender lo que está ocurriendo en Venezuela en las últimas semanas, hay que darse cuenta de dos cosas: uno, que las elecciones presidenciales allí tuvieron lugar en el «patio trasero» de EE.UU. y dos, que el país sigue un rumbo izquierdista. 

Todos los países de la región que han adoptado este rumbo izquierdista en los últimos 20 años se han enfrentado a intentos de desestabilización y cambio de régimen, que iban desde golpes militares, batallas jurídicasy golpes institucionaleshasta intentos de revoluciones de colores. Para un resumen de las mismas, véase el anexo, debajo del artículo. 

venezuela-una-guerra-electoral-de-manual

Guerra híbrida

Venezuela no es una excepción, sino todo lo contrario. Venezuela, está en la mira del Occidente, más que ningún otro país de la región, por ser pionera en la construcción de un mundo multipolar en el que Occidente ya no puede afirmar su superioridad. Desde que Chávez fue elegido presidente en 1999, el imperio ha hecho todo lo posible por sabotear este experimento izquierdista.

Hubo entre otras cosas dos golpes de estado, un intento de asesinato del presidente, provocaciones militares a través de la ayuda al desarrollo, bloqueos callejeros asesinos, un bloqueode los patrones del petróleo, aislamiento diplomático, acaparamiento de bienes esenciales para crear escasez, fuertes sanciones económicas, congelación de activos extranjeros e imposibilidad de realizar transacciones financieras.

Cuando pensamos en la guerra, pensamos espontáneamente en bombas y misiles. Pero en Venezuela, la guerra se libra de otra manera. Todas las agresiones enumeradas contra el país son ejemplos de lo que se denomina una guerra híbrida. Cada una de estas estrategias aplicadas fue trazada o financiada desde Estados Unidos.

Los acontecimientos de las últimas semanas en Venezuela tras las elecciones presidenciales encajan perfectamente en ese cuadro y pueden describirse como guerra electoral.

Guión preciso

Nada de lo que ocurrió antes, durante y después de las elecciones fue una coincidencia ni cayó del cielo. Todo estaba bien pensado. De hecho, lo que estaba a punto de ocurrir había sido anunciado con antelación por la oposición de extrema derecha.

Unas semanas antes de las elecciones, el candidato de la oposición de extrema derecha Edmundo González, al igual que Trump en EE.UU. en 2020, había anunciado que no aceptaría los resultados si perdía. En el pasado, esto ha provocado disturbios y los infames cortes de carretera (guarimbas) en Venezuela. Una vez más, estaba escrito en las estrellas que esto volvería a suceder.

Las maniobras de la oposición de extrema derecha siguieron un guión cuidadosamente preparado. Sus partes principales fueron incluso publicadas con antelación por Mark Feierstein, experto en guerra psicológica y desinformación. Este hombre fue también una figura clave en la guerra sucia contra Nicaragua en la década de 1980 y en el golpe de Estado contra el presidente Fernando Lugo en Paraguay.

Enumeramos los elementos clave de su guión.

1. Utilizar hábilmente las sanciones económicas. Dice que las devastadoras sanciones económicas son una palanca para forzar concesiones del gobierno izquierdista. Además, las sanciones son una excelente herramienta de chantaje electoral: un voto de izquierda mantiene las sanciones, un voto de derechas las hace desaparecer. Es una estrategia que se utilizó con éxito en las elecciones nicaragüenses de 1990.

En cualquier caso, las sanciones han tenido un efecto devastador en la economía y las condiciones de vida. Han agotado a los venezolanos, y parte de la población espera y desea que Washington cese su estrangulamiento económico cuando Maduro deje de ser presidente.

2. Unir a la oposición espoleada por Estados Unidos. En el pasado, la oposición estaba muy dividida, lo que le daba pocas posibilidades contra Maduro y, antes, contra Chávez. Washington ha hecho todo lo posible esta vez para reunir a la oposición. Y lo logró.

La influencia de Washington es innegable. La actual candidata opositora, Maria Corina Machado, fue recibida personalmente por el Presidente Bush Jr. en la Casa Blanca en el pasado, y dos días después de las elecciones se celebró una reunión entre la oposición de extrema derecha y un alto asesor de Biden para trazar la estrategia para el futuro próximo .

3. Infiltrarse y presionar al Consejo Nacional Electoral. El Consejo Nacional Electoral, que organiza las elecciones (CNE) y es responsable de los resultados, es un organismo independiente que no depende del Gobierno, sino del Parlamento. Feierstein sugiere infiltrarse en el consejo y también pide a los países de la región que presionen al CNE.

4. La oposición debe presentar sus propios resultados antes de que la junta electoral anuncie los resultados oficiales. En el punto 8, describimos cómo las encuestas manipuladas y los sondeos a pie de urna falsos pretendían inculcar de antemano a los venezolanos y al mundo exterior que la oposición ganaría de todos modos y que los resultados oficiales si Maduro ganaba serían el resultado de un fraude.

Sin afirmarlo explícitamente, Feierstein indica que lo mejor es que esas encuestas y los sondeos a pie de urna son corroborados por los llamados «recuentos de la propia oposición». Esto les confiere un carácter casi oficial.

Para poder poder hacer eso, era necesario retrasar los resultados oficiales. Hubo un ciberataque masivo (punto 9). Además, los resultados «propios» también tenían que ser publicados. Esto requería su propio sitio web (punto 10).

5. Llamamiento a los países de la región. Feierstein es muy consciente de que Estados Unidos no es el país más adecuado para influir en los militares y en el Consejo Nacional Electoral, los dos actores cruciales en el escrutinio. Incluso hay una parte de la derecha venezolana muy sensible a la injerencia directa de Washington y tampoco sería beneficiosa en otras partes del mundo.

Por lo tanto, es mejor que los países de la región lo hagan. Esta estrategia sólo tuvo un éxito parcial.Varios países latinoamericanos que se alineancon la política exterior estadounidense no han reconocido los resultados oficiales .

Pero países clave como Brasil, México y Colombia han indicado que reconocerán la victoria de Maduro si es confirmada por las autoridades competentes del país. Estos países también se oponen a la injerencia estadounidense en estas elecciones.

6. En caso de disturbios, presionar al ejército. Un funcionario como Feierstein difícilmente puede incitar abiertamente a los disturbios, pero con un silbato para perros el mensaje es igualmente claro. Implícitamente, indica que habrá (o debería haber) disturbios si Maduro ganara. Estados Unidos tiene una larga tradición y mucha experiencia en la organización de este tipo de disturbios.

Es consciente de que existe una gran lealtad entre las fuerzas armadas hacia el gobierno de izquierda. Pero aún así espera convencer a una parte del ejército, sobre todo a los reclutas y a los oficiales inferiores, para que se pongan del lado de los amotinados.

Mauricio Macri, el ex presidente derechista de Argentina, participó a esta parte del guión. Antes de que se conocieran los resultados, llamó en un tuit a las fuerzas armadas a volverse contra el presidente Maduro. Que un ex jefe de Estado extranjero llame a los militares a sublevarse contra un presidente es algo muy trascendental.

 

Elementos adicionales

El guión de Feierstein deja poco a la imaginación. Pero faltan algunos elementos porque es difícil ponerlo todo sobre la mesa en un documento tan abierto (en internet). Los elementos que faltan son los siguientes:

7. Guerra mediática contra el proyecto bolivariano y Maduro. Los medios de comunicación en Venezuela siguen en gran medida en manos de poderosos grupos de capital alineados con Estados Unidos y virulentamente opuestos al gobierno de izquierdas. Tanto en la prensa nacional como en la internacional se ha librado durante años una verdadera campaña de desprestigio contra el proyecto bolivariano. Se guarda un recatado silencio en canto a las aplastantes sanciones económicas y así puede culpar al gobierno de los problemas económicos.

Aunque Maduro consiguió mantener a su país en orden en circunstancias extremadamente difíciles, se le retrata como incompetente, corrupto, narcotraficante e incluso un poco loco. Semejante contexto de guerra de conciencias es cualquier cosa menos propicio para presentarse a las elecciones.

8. Encuestas y sondeos a pie de urna manipulados. En el periodo previo a las elecciones,las encuestas se utilizaron como arma. Las encuestas realizadas por Estados Unidos (Datanálisis, Delphos, Consultores 21 y ORC Consultores) indicaban que el candidato opositor Edmundo González aventajaba a Maduro entre 20 y 30 puntos porcentuales.

Estas encuestas fueron adoptadas con entusiasmo por los principales medios de comunicación, también en Europa. Esas encuestas ya habían convencido a los venezolanos y a los ciudadanos del mundo de que Maduro no podía ganar sin cometer fraude.

Estas supuestas agencias de sondeos a menudo no son más que máquinas de guerra ideológica camufladas, que invierten fortunas para trabajar las mentes de la gente. Hay claros vínculos con la CIA directamente u con organizaciones encubiertas de la CIA.

En cambio, los medios occidentales ocultaron las encuestas publicadas por Hinterlaces, Paramétrica y Ámbito, que daban ventaja a Maduro sobre el candidato opositor González. Esta estrategia no es nueva. Incluso cuando Hugo Chávez era muy popular, estas empresas de sondeos ‘predijeron’ que perdería las elecciones.

La misma táctica en las encuestas a pie de urna. A mediodía, la prestigiosa Hinterlaces daba a Maduro el 54,6% y a González el 42,8%, muy cerca del resultado oficial. Edison Research en cambio, vinculada a la CIA, dio a González el 65% y a Maduro el 31%.

Este guión muestra grandes similitudes con las maniobras en torno a las elecciones de 2019 en Bolivia que finalmente desembocaron en el sangriento golpe de Estado en ese país y en la toma del poder por parte de la ultraderechista Jeanine Áñez.

9. Desestabilización del voto electrónico. En Venezuela se vota electrónicamente. El recuento es, por tanto, automático, y se comprueba dos veces mediante una copia en papel del voto electrónico que se guarda en las urnas.

La noche del 26 de julio, dos días antes de las elecciones, hubo un intento de sabotaje en una importante central eléctrica. Un comando había entrado en la central con todo tipo de explosivos. Pero el ataque pudo evitarse. Si hubiera tenido éxito, siete provincias del oeste del país se habrían quedado sin electricidad durante días y, por tanto, no se habría podido celebrar la votación electrónica.

El día de las elecciones se produjo un ciberataque masivo desde Colombia y Estados Unidos contra instituciones gubernamentales, entre ellas el Consejo Nacional Electoral. Esto retrasó el recuento de votos durante horas. Eso dio a la oposición la oportunidad de salir con sus propios resultados antes de que hubiera resultados oficiales.

10. Presentar los propios resultados. Para presentar sus propios resultados, la oposición de extrema derecha creó su propio sitio web a la víspera de las elecciones . Al parecer, publicaron 23.000 informes oficiales, es decir, alrededor del 80% del total. Según esos datos, González ganó las elecciones con el 63% de los votos, frente al 30% de Maduro.

Sin embargo, el sitio sólo contiene unas 9.000 informes, es decir, menos de un tercio. Muchos nombres están incompletos o sólo contienen iniciales. Además, bastantes de las personas que figuran en la lista están muertos… También es curioso que la distribución de los votos en las zonas urbanas y rurales, en la región amazónica y en la sierra, arroje exactamente los mismos porcentajes. Eso es totalmente improbable.

En otras palabras, se trata de datos fabricados de forma bastante amateur. Pero a nadie de los partidarios de la derecha les llama la atención igual que, al parecer, a los grandes medios de comunicación occidentales.

Democracia soberana

Estos 10 puntos en su conjunto forman un poderoso guión estratégico. Dejan claro que a la derecha y a Washington no les interesan en absoluto la democracia ni unas elecciones justas. Sólo buscan un cambio de régimen que vuelva a poner al país en línea con la oligarquía venezolana, EEUU y Occidente.

Este manual hace prácticamente imposible la celebración de elecciones soberanas y conduce casi inevitablemente a la violencia. Si estos mecanismos se aplicaran a las próximas elecciones presidenciales estadounidenses, podría desencadenarse una guerra civil. El asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021 fue un posible anticipo en ese sentido.

Cabe preguntarse hasta qué punto es útil convocar elecciones en tales circunstancias. En los países occidentales ya hay histeria sobre una posible influencia de Rusia en las elecciones. Pero, si la hubiera, sería poca cosa comparado con la injerencia y agresión masivas que tiene que soportar Venezuela.

¿Cómo puede un sistema político protegerse de tantas hostilidades externas e internas sin socavar su naturaleza democrática? Construir una ‘democracia soberana’ de este tipo no es tarea fácil. En Venezuela, por el momento lo han conseguido gracias a la sólida expansión y movilización de las organizaciones populares.

Pero ello no impide que la polarización en el país sea y siga siendo muy alta, y organizar elecciones en un contexto de guerra electoral es una empresa muy arriesgada. El proyecto bolivariano se enfrenta a retos muy grandes y necesita más que nunca nuestra solidaridad.

--------------------------------------------------------------------------

Marc Vandepitte es miembro de la Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad y fue observador durante las elecciones presidenciales presidenciales en Venezuela.

Fuente: https://www.globalizacion.ca/venezuela-una-guerra-electoral-de-manual/

Komentáře

Escribir un comentario

Código de seguridad Refescar

Comentarios de Facebook