Después de que el ganador de la primera vuelta de las elecciones rumanas, Calin Georgescu, protestara contra la decisión del Tribunal Constitucional rumano de anular las elecciones en curso, el Consejo de Seguridad rumano se reunió y decidió excluirle de la próxima contienda electoral.

Los servicios secretos rumanos también están implicados en el caso de la anulación de las elecciones presidenciales rumanas, como ya había advertido Calin Georgescu. Fueron ellos quienes aportaron a su favor las supuestas pruebas de la injerencia rusa en las elecciones.

En las elecciones del 24 de noviembre, Georgescu fue el vencedor de la primera vuelta, con un resultado del 22,94%. Obtuvo 2 120 401 votos frente al 19,18% y 1 772 500 votos de su oponente, la candidata liberal Elena Lasconi, una antigua periodista que ganó las elecciones internas del 26 de junio de 2024 y fue elegida presidenta de su partido, la «Salvación para la Unidad de Rumanía» (USR), que cuenta con el apoyo de la UE y de Estados Unidos (los Bidens). 

Sin embargo, como ya hemos señalado, si hubiera otras elecciones en las que Calin Georgescu volviera a presentarse, ¡los resultados serían similares! Estas elecciones se repetirían hasta que se obtuviera el resultado deseado.

El actual presidente rumano, Klaus Iohannis, comentando la decisión del Tribunal Constitucional, declaró que el apoyo a Calin Georgescu por parte de un poder estatal extranjero que no sirve a los intereses de Rumanía ¡fue fundamental para su decisión! ¡Afirmó esto sin dar una sola prueba concreta!

«El Tribunal Constitucional decidió anular las elecciones presidenciales que tuvieron lugar en los últimos días. La decisión del TC es vinculante para todos y la acataremos.

No debemos olvidar cómo hemos llegado a esta situación: Poco después de las elecciones locales, empezamos a recibir informes, al principio sólo telefónicos, de varias agencias, que indicaban que no todo iba bien entre nosotros.

Por esta razón, ordené una investigación exhaustiva para comprobar todo lo que se pudiera comprobar. Poco después recibimos información por escrito. Me preocupó mucho lo que leí allí y por este motivo convoqué una reunión del CSAT.

El candidato se había beneficiado ilegalmente de una campaña masiva durante los dos últimos días de las elecciones, cuando tales actos están expresamente prohibidos por la ley: el sábado y el domingo, día de las elecciones. Esto violó la ley electoral.

Además, el mismo candidato declaró cero gastos de campaña, a pesar de que realizó una campaña muy exigente.

Además, hemos recibido información de estas agencias de que la campaña de este candidato fue apoyada por un Estado extranjero que está en conflicto con los intereses de Rumanía.

Los próximos pasos a dar incluyen la convocatoria del Parlamento, consultas con los partidos políticos y la formación de un nuevo gobierno. El nuevo gobierno determinará entonces las próximas fechas para las elecciones presidenciales.

Permaneceré en el cargo hasta que se elija a un nuevo Presidente rumano. En cuanto preste juramento, dimitiré.

No, no seré Primer Ministro. No quiero ser Primer Ministro. Mi objetivo es únicamente concluir con éxito este mandato».

Elena Lasconi, está decidida a convertirse en la próxima Presidenta rumana, ¡hasta que los resultados electorales lo reflejen!