La semana pasada, la Cámara de Representantes de Washington aprobó un proyecto de ley que elimina de hecho una ley que anteriormente obligaba a todos los centros juveniles a notificar a los padres de un niño o adolescente si se matriculaba en dicho centro. La única excepción era si el menor estaba siendo maltratado por sus padres o tutores. Con la aprobación de esta nueva ley - formalmente conocida como Proyecto de Ley del Senado 5599 - los centros juveniles ya no estarán obligados a informar a los padres o tutores de los menores si el menor en cuestión se ha inscrito en un centro juvenil para evitar que su familia busque un aborto o incluso una cirugía de reasignación de sexo. En definitiva, instituciones creadas para ayudar a jóvenes que sufren abusos y/o formas de autolesión, adicción, falta de vivienda, etc.

Washington no es el único estado norteamericano -y demócrata además- que impulsa con fuerza políticas de transexualidad contra los niños, con o sin consentimiento paterno. Otros estados demócratas, como Oregón, Minnesota y Colorado, también aplican políticas que definen a sus respectivos estados como los llamados "refugios seguros" para los jóvenes que desean someterse a un aborto y/o a una operación de reasignación de sexo -de nuevo, "con" o sin consentimiento paterno, pero haciendo hincapié en este último-. En California también se ha presentado recientemente un proyecto de ley que permitiría a niños de tan sólo 12 años ingresar en centros juveniles sin el consentimiento paterno por motivos similares: aborto y cirugía de reasignación de sexo.

En lo que posiblemente sea una de las campañas más repugnantes y vergonzosas que hayan surgido hasta ahora en el seno de la comunidad pro transexual y su base de apoyo, varios destacados activistas LGBT han tomado incluso las redes sociales y las instituciones públicas para animar a los jóvenes a romper todos los lazos con sus propias familias si no apoyan decisiones que impliquen el aborto y desean someterse a una cirugía irreversible de reasignación de sexo. Sin embargo, el énfasis actual recae abrumadoramente en la segunda razón. En resumen, el propio Estado promoverá activamente la ruptura de la unidad familiar si con ello fomenta la transexualidad infantil. Según la representante demócrata del estado de Washington, Tana Senn:

Esta noche les digo que te veo, te afirmo, te oigo, te quiero... Con esta aprobación del proyecto de ley, estamos diciendo que el Estado de Washington también lo hace.

En el otro bando, el representante republicano del estado de Washington, Jim Walsh, contraatacó:

Los patrocinadores y partidarios de este proyecto de ley se han extralimitado en la Constitución y la jurisprudencia al impulsar esta política que permitiría a los burócratas estatales ocultar a los hijos menores de edad de los padres custodios y tutores legales.

Según el patrocinador del proyecto de ley, el senador estatal Mark Liias, la aprobación de este proyecto de ley estaría justificada porque supuestamente "se ha demostrado que los bloqueadores de la pubertad y las cirugías de reasignación de sexo reducen las tasas de consecuencias adversas para la salud mental, refuerzan la autoestima y mejoran la calidad de vida general de los jóvenes transgénero y de género diverso." Uno de los principales problemas de la afirmación de Liias es que sus afirmaciones proceden de fuentes del gobierno estadounidense que han citado datos procedentes de organizaciones de activistas transgénero, es decir, organizaciones y movimientos que desde hace tiempo son conocidos por mentir y tergiversar hechos científicos para impulsar lo mismo. Ideología transgénero que ahora está siendo impulsada por gobiernos estatales en los propios Estados Unidos.

Por supuesto, las organizaciones de transexuales afirmarán que tomar bloqueadores de la pubertad y someterse a una operación de reasignación de sexo hará -de alguna manera- que el paciente se sienta mejor, porque afirmar hechos contradictorios pondría su propia ideología transexual en riesgo de mayor escrutinio y crítica. Estudios recientes han revelado que las personas que toman hormonas para hacer la "transición" de género sólo experimentan un aumento de leve a moderado en el estado de ánimo general, e incluso entonces, esas elevaciones menores del estado de ánimo disminuyen significativamente después de unos tres años de comenzar el llamado "tratamiento" hormonal. 

Soy consciente de que todos mis artículos recientes han versado sobre la transexualidad y la ideología que la rodea, pero lo cierto es que cada vez resulta más inquietante -y con tanta rapidez- que la campaña de la comunidad transexual para promover la difusión de su ideología enferma -incluso entre los niños- en Occidente esté llegando a un punto en el que la gente simplemente ya no pueda ignorar el daño que se está haciendo. Afortunadamente, con el auge de nuevos movimientos y organizaciones protransgénero en Occidente, se está formando gradualmente un número casi igual de movimientos y organizaciones para combatir los peligros extremos de la ideología transgénero y todo lo que representa. Es a estas personas a las que todos debemos apoyar y mostrar nuestro apoyo, para salvar todo lo que apreciamos: nuestras naciones, nuestras familias.

Stefan Brakus, miembro de la junta directiva de Europa Terra Nostra (Serbia)

Fuente: https://www.czechfreepress.info/amerika/washington-usa-chce-ukryt-takzvane-transrodove-deti-pred-rodicmi.html