Las élites que actualmente dirigen los E.E.U.U., el llamado "Deep State" (Estado Profundo), no tienen ningún interés real en la preservación de ese país, por el contrario, están (desde hace décadas) transformando a E.E.U.U. en un país tan inviable como la antigua URSS se volvió. Estados Unidos, como la Unión Soviética en el pasado, es un país cuyo único propósito es servir a un objetivo temporal, y cuando ese propósito ha terminado, la idea de los E.E.U.U. como un país unificado y próspero se convierte en algo totalmente irrelevante para la élite real, ya que solo quieren continuar con su poder sobre el mundo entero. Lo harán teniendo su sede principal en cualquier país que sea más adecuado para eso, independientemente de si ese país se encuentra en América del Norte, Asia o Europa. Al fin y al cabo, el resultado será el mismo para ellos: la perpetuación de la esclavitud global. El liberalismo y, por lo tanto, el capitalismo liberal, son sistemas cuya continuidad está ligada a un ciclo de destrucción y renacimiento permanente. De la misma manera que la caída económica conduce a un período de crecimiento temporal, las superpotencias bajo las pautas liberales y capitalistas siguen esa misma lógica. El Imperio Británico tuvo que caer para que Estados Unidos surgiera como la nueva superpotencia, y entonces, Estados Unidos tendrá que caer para que China se convierta en el nuevo centro para la dominación del mismo sistema en el futuro. El hijo termina comiéndose a su madre: esa es la única forma en que el liberalismo capitalista puede perpetuarse en el Mundo. Una superpotencia que dio origen a otra superpotencia muere, pero su sistema económico y social continúa en otro cuerpo porque ese sistema económico y social es como un alma errante necesitada de un nuevo huésped para llevar nuevas fechorías, o como parásito que necesita un nuevo cuerpo para la infección mundial. La lógica liberal y capitalista de perpetuación es, por tanto, la misma lógica de lo que en el libro "Horizontes de la Cuarta Teoría Política" ("Horizons of the Fourth Poliitcal Theory"), denominé como "the Fallen race" (o como podriamos decir en español, "una estirpe disoluta"): quienes representan espìritual y ontológicamente una estirpe parásita e inútil, y no solo una mera herramienta retórica. La élite actual en los EE. UU., aquellos que se consideran el "Deep State", usan su simbolismo en todas partes, ese simbolismo está en el lenguaje oculto de prácticas rituales heredadas del conocimiento antiguo y, por lo tanto, élites anteriores en otras culturas. La base de este lenguaje oculto, de acuerdo a lo investigado en el libro ya citado, es un lenguaje que tiene como sus orígenes un conjunto de conocimientos matemáticos y astronómicos muy antiguos. Por tanto, el lector debe estar familiarizado con el significado numérico de números tales como " 13 " y "20", la relación dual entre esos dos, y también los números "9","11", "616"," 144.000", entre otros. De todo el simbolismo actual utilizado por el gobierno de los Estados Unidos, el más importante está en la pirámide que muestra el billete de un dólar y que forma parte de el Gran Sello de los Estados Unidos, adoptado en 1782. Ese simbolismo (como yo explicaré más adelante) está relacionado con una antigua profecía en la Biblia, atestiguada en el segundo capítulo del libro de Daniel.

Daniel interpretó un sueño de Nabucodonosor II, rey de Babilonia, sobre un estatua gigantesca hecha de cuatro metales: una cabeza de oro, un torso y brazos de plata, vientre y muslos de bronce, y piernas de hierro, con pies de hierro mezclado con arcilla. En el sueño de Nabucodonosor, una piedra "cortada por manos no humanas" destruyeron la estatua y se convirtieron en una montaña llenando el conjunto del Mundo. Daniel explicó a Nabucodonosor que las partes que constituyen la estatua representaba cuatro reinos sucesivos comenzando con Babilonia, y concluyendo con una quinta era de división y debilidad, mientras la piedra y montaña (equivalente a la mesopotámica "Kur-Gal") simbolizaban, en la interpretación biblica, el Reino de Dios o Reino Final, que, en palabras de Daniel nunca caerá, ni será dado a otras personas.

Mientras que las profecías de Daniel 7 y Daniel 8 tenían una relevancia limitada a los tiempos anteriores, durante el gobierno de Antíoco IV Epífanes, es el sueño de Nabucodonosor II y su interpretación por el profeta Daniel los cuales todavía pueden ser relacionados con nuestro tiempo. En el presente, muchos consideran que gran parte de la profecía en Daniel 2 ya sucedió: la cabeza representa al imperio babilónico; el torso y los brazos de plata representan el Imperio Persa; el vientre y muslos de bronce representan a Grecia (durante el Imperio Macedonio y sus sucesores), y las piernas de Hierro representan a Roma, con una pierna simbolizando el Imperio Romano de Occidente, y la otra pierna representando al Imperio Romano de Oriente (Bizancio), con una pierna dando origen a la Iglesia Católica Romana, mientras que la otra dio origen a la Iglesia Católica Ortodoxa. La profecía en Daniel 2 se vuelve, aún más fácil de entender cuando reconocemos que otra profecía famosa en la Biblia, la del reinado milenario de Cristo, puede interpretarse por algunos como los mil años en los que el Imperio Romano de Oriente, o sea Bizancio, perduró como bastión de la ortodoxia cristiana. Desde la división final Este-oeste del Imperio Romano en el año 395 hasta la caída de Constantinopla en 1453, excluyendo 57 años en los que Constantinopla fue ocupada por el Imperio Latino (entre 1204 y 1261), y los meses de unión con la Iglesia de Roma del 12 de diciembre de 1452 al 29 de mayo de 1453, la duración del Imperio Romano de Oriente como bastión de la Ortodoxia cristiana fue exactamente mil años.

Las palabras son las siguientes: "Vi a un ángel que descendía del cielo, con la llave del abismo, y una gran cadena en la mano. Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años; y lo arrojó al abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre él, para que no engañase más a las naciones, hasta que fuesen cumplidos mil años; y después de esto debe ser desatado por un poco de tiempo.."(Apocalipsis 20: 1-3). Acerca del reino de los mil años, el Libro de Apocalipsis menciona lo siguiente: "Y al que venciere, y guardara mis obras hasta el fin, yo le daré potestad sobre las naciones; y las regirá con vara de hierro, y serán quebradas como vaso de alfarero, como también yo la he recibido de mi Padre. Le daré la estrella de la mañana.." (Apocalipsis 2: 26-28). Digno de mención, es que en cuanto al Cuarto Reino (el Imperio Romano) que precede al los de la quinta era, Daniel dijo la siguiente profecía: "Finalmente, habrá un cuarto reino, fuerte como el hierro, porque el hierro lo rompe y lo aplasta todo—y así como el hierro rompe las cosas en pedazos, aplastará y romperá a todos los demás.”

Por lo tanto, la "vara de hierro" aplastando a las naciones como los vasos del alfarero, es una referencia a una de las piernas de hierro que representa el Cuarto Reino, a saber el Imperio Romano de Oriente y sus mil años de existencia. Desde esta interpretación, mientras que una pierna de la estatua conduce al Reino Final de Dios (después de conducir al Primer Reino de mil años), la otra pierna conduce a lo contrario de eso. Para comprender la relación del simbolismo utilizado por el gobierno de los E.E.U.U. con la profecía de Daniel 2, en primer lugar, debemos analizar los números siendo dado a nosotros en ese simbolismo. Los números que más nos preocupan son nuevamente "13" y "20" , siendo esos la base del antiguo simbolismo matemático que fue descubierto y luego utilizado por los que gobiernan el mundo en el presente. Como ya se explicó en "Horizontes de la Cuarta Política Teoría", el número "13" representa los gobiernos de la oscuridad, Nimrod, y el gobierno del Diablo. La pirámide de un billete de dólar tiene 13 escalones, y el águila tiene 13 hojas en el pie derecho y 13 flechas en el izquierdo. El escudo en el pecho del águila con la bandera de los EE. UU. posee 13 franjas, y sobre el águila se encuentra la estrella de David compuesta por 13 estrellas más pequeñas. Los que ya tuvieron la oportunidad de leer mis investigaciones anteriores al respecto, serán conscientes de la gran importancia de un antiguo sistema matemático compuesto por "13" y "20", que forma la base de un sistema binario utilizado hoy en día por los círculos ocultos (de la misma manera que se usaba desde la antigüedad). El número "13" es solo el lado de este simbolismo matemático que es mas conocido por los investigadores, pero no es el único, ya que este simbolismo también tiene el número "20 " como opuesto a "13" formando juntos un sistema binario que cuando se entiende correctamente, nos permite entender el lenguaje de la élite actual. Junto con el número "13", el número "20" también tiene una relación especial con el gobierno de los Estados Unidos, digna de mención es, por ejemplo, la denominada como "maldición de Tippecanoe", también conocida como la maldición de Tecumseh, o simplemente como "la maldición presidencial de 20 años", que es un patrón de muertes en cargos de presidentes de los Estados Unidos elegidos o reelegidos en años divisibles equitativamente por 20, un patrón que tuvo lugar entre 1840 y 1960 (Redmond 2020). En efecto, 13 más 20 producen el número 33, que es un número de importancia clave en círculos ocultos, incluida la masonería. Hay 33 grados en la Francmasonería de Rito Escocés mientras que la "Casa del Templo" en Washington DC. tiene 33 columnas exteriores, de 33 pies de altura cada una.

Ese número tiene varios significados, por ejemplo; es la edad de Jesús cuando fue crucificado y resucitado según la tradición, y también es la cantidad de veces que aparece el nombre divino Elohim en la historia de la creación en Génesis. Nimrod, creador del primer imperio después del Diluvio y que intentó tomar el lugar de Dios (Génesis 10:6-10), fue el decimotercero en el linaje de Cam. por lo tanto el simbolismo de quienes fundaron Estados Unidos se inspira en el concepto de generación familiar, representando una familia de trece generaciones, cada generación de veinte años cada una (de acuerdo con los estándares del siglo XVIII). Además de saber que la pirámide tiene 13 escalones, debemos poner nuestra atención a los números romanos en la base de esa pirámide: MDCCLXXVI, que es 1776 en números romanos (el año de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos). El líder revolucionario de Filadelfia y secretario del congreso continental en los inicios de E.E.U.U, Charles Thomsom; explicó este simbolismo de la siguiente manera: “La fecha debajo es la de la Declaración de Independencia y las palabras debajo significan el comienzo de la nueva era americana, que comienza a partir de esa fecha” (cita recogida por el Boletín del Departamento de Estado en 1980). De ahí los famosos dos lemas en el reverso del Gran Sello de los Estados Unidos que se leen en latín: “Annuit Coeptis”, que significa “La Providencia ha favorecido nuestras empresas”, y “Novus Ordo Seclorum”, que se traduce como “Un nuevo Orden de las Eras”. Pero lo que casi nadie se dio cuenta es que la pirámide del billete de un dólar no sólo nos muestra la fecha en la que comenzó la Era Americana, sino también una línea de tiempo que finaliza con la fecha de su prevista desaparición, evento relacionado con la profecía en Daniel 2. Cuando somos conscientes de eso, podemos descifrar fácilmente el significado de esos trece escalones de la Pirámide como correspondientes a 20 años cada uno o lo que es lo mismo: trece generaciones de veinte años de duración cada una, para un total de 260 años, o sea 20 multiplicado por 13. Todo lo que implica la famosa pirámide del billete de un dólar es mostrarnos una línea de tiempo que inicia en 1776, con la Declaración de Independencia de Estados Unidos y finaliza 260 años más tarde, en 2036. La primera aparición del número 13 en la Biblia es donde está escrito: “Doce años habían servido a Kedorlaomer, pero al decimotercer año se rebelaron” (Génesis 14:4). La línea de tiempo de 1776 a 2036 también es una profecía, que se puede expresar de la siguiente manera: “La decimotercera generación estadounidense se hará rebelde".

Según la profecía atestiguada en el segundo capítulo del libro de Daniel, cuatro reinos sucesivos comenzando con Babilonia conducirían a una “quinta era”, en la que las piernas de la estatua gigante del sueño de Nabucodonosor son reemplazadas por pies de “hierro y barro cocido”. Para entender mejor el programado autocumplimiento de la profecía de Daniel 2, debemos visualizar a Estados Unidos como el actual sucesor del Imperio Romano de Occidente, mientras que Rusia es el sucesor del Imperio Romano de Oriente. Son los pies hechos de una mezcla de hierro y barro cocido y, por lo tanto, sucesores de las piernas de hierro de la cuarta edad prevista `por Daniel. De hecho, lo que Daniel dijo sobre la quinta era que vendría es una descripción precisa de la situación actual en los Estados Unidos y la situación en la ex Unión Soviética cuando intentaba mantener unidas a sus quince repúblicas: “Usted veía que los pies y los dedos de la estatua eran mitad hierro y mitad barro cocido, pues será un reino dividido. Sin embargo, tendrá aún la fuerza del hierro, aunque haya visto hierro mezclado con barro. Y como los dedos de los pies eran mitad hierro y mitad barro, este reino será parcialmente fuerte y parcialmente débil. Y como el hierro mezclado con barro, así el pueblo será una mezcla y no permanecerá unido, como tampoco se unen el hierro y el barro”. (Daniel 2:41-43).

Los dedos de cada pie simbolizan la disolución de dos imperios, uno en Oriente y otro en Occidente. Rusia ya estaba dividida en quince estados después de la disolución de la Unión Soviética, y cuando Estados Unidos también esté dividido debido a su propio conflicto civil, entonces el autocumplimiento de la profecía de Daniel 2 será completo y con ello comenzará otro Orden Mundial, tal como lo revela el Gran Sello de los Estados Unidos, incluyendo la fecha de un evento planificado para 2036. Comprender el simbolismo es útil para descubrir el camino programado hacia el que finalmente conducen los acontecimientos actuales, un camino en el que los acontecimientos globales como la pandemia de COVID-19 y las crisis económicas, o los incidentes de disturbios civiles en los Estados Unidos; pueden combinarse para formar una escalera oculta que tiene sentido para aquellos que son conscientes del panorama general. Por supuesto, no todas las teorías conspirativas son reales (por no decir la mayoría), pero debemos reconocer el hecho de que las conspiraciones existen y son tan relevantes hoy como lo fueron en el pasado o como lo serán en el futuro, ya que los gobiernos y otros actores relevantes carecen de transparencia y buena voluntad en una época de enorme riqueza y concentración de poder, y en la que incluso los pilares más fundamentales de la civilización están siendo destruidos. En este plan, donde el único objetivo importante sigue siendo mantener una situación que, si no se controla, sólo puede llevarnos a la ruina total y muerte, nuestra arma más importante es el conocimiento y la comprensión.

Una cosa que siempre debemos tener en cuenta es que la élite global hará todo lo posible para que se preserve un mundo unipolar, incluso desmantelando el centro anterior de ese mundo unipolar si es necesario. Esto es para dar lugar lo más rápidamente posible a un nuevo centro que por características económicas, sociales, demográficas y militares se convierta en el polo más adecuado para la dominación capitalista y, por tanto, liberal sobre el mundo. Cada vez está más claro que el país más adecuado para convertirse en el guardián del orden capitalista y, por tanto, del orden liberal es la futura China, debido a su tamaño demográfico, a su poderío económico, a su unidad étnica y política, y a su elite centralizada que todo lo controla, que tiene el poder económico y recursos tecnológicos para ejercer un control absoluto dentro de las fronteras de China y también fuera de ella, influyendo en las políticas internas de China y otros países que son cada vez más dependientes económica y tecnológicamente del gigante asiático. Estados Unidos ya no es el país más adecuado para la tarea de preservar un orden mundial unipolar, y esto se debe, en primer lugar, al tamaño demográfico de los Estados Unidos en relación con China, y también al tamaño económico de los Estados Unidos en comparación con China si consideramos el tamaño potencial de la economía china en el futuro. En segundo lugar, debido a las divisiones políticas, sociales, étnicas, raciales e incluso religiosas que son cada vez más fuertes en los Estados Unidos,

Hoy y ahora esto puede ser exacerbado por el “Deep State” en Estados Unidos, para acelerar la desaparición de ese país como superpotencia. El proceso que estamos viendo ahora en Estados Unidos es algo que bien puede denominarse “latino-americanización”.

Eso que yo llamo “latino-americanización” se compone de tres partes fundamentales:

1) Mestizaje biológico debido a la emigración masiva y el cambio cultural.

2) Creciente inestabilidad política, social y económica como la que se observa en América Latina.

3) Un proceso gradual para establecer fronteras artificiales entre tierras que hablan el mismo idioma y compartiendo un origen común (como ocurre con los países hispanohablantes en América Latina).

La desaparición de Estados Unidos como superpotencia es ahora ya necesaria en el contexto del capitalismo financiero moderno y su globalización, ya que hoy en día Estados Unidos se está volviendo sólo un impedimento para la fortaleza general del orden mundial capitalista. Un orden mundial así se ve afectado negativamente si dos superpotencias (China y E.E.U.U) se encuentran en medio de una guerra económica cuyas consecuencias son la pérdida de ganancias para la élite y la creación de barreras estatales a la globalización. Además, las crecientes posibilidades de un conflicto militar directo entre Estados Unidos y China, pudiendo incluso causar una guerra termonuclear son, por supuesto, contrarias a los deseos de individuos ricos y poderosos que, en caso de una guerra de este tipo, son los que más tienen que perder. Otra razón por la que la desaparición de Estados Unidos es necesaria para la élite es que sólo China puede asegurar la desaparición del cristianismo como actor cultural relevante en el mundo. Irónicamente, en los restos del marxismo chino, el liberalismo encontró un nuevo terreno fértil para sus semillas, ya que la base materialista del marxismo y el elitismo de las clases dominantes a cargo del Partido Comunista Chino, allanó el camino para un gobierno capitalista con sus propios elementos liberales.

Por todo lo mencionado anteriormente, la élite global debe evitar a toda costa o al menos acortar una “Guerra Fría” con China, incluso recurriendo al desmantelamiento de Estados Unidos, ya que queda claro que una segunda guerra fría, esta vez entre China y Estados Unidos; implica una amenaza a la estabilidad que el actual sistema de esclavitud global necesita para maximizar la concentración de la riqueza económica y el poder político.

Artículo escrito exlusivamente para www.mundo24.info (www.mundo24.online)